Hemos abordado repetidamente en nuestro blog, cuestiones referidas a la redacción y aprobación de planes de residuos, aspecto éste de la planificación sectorial que ha incrementado su relevancia tras la publicación de la Ley 22/2011.
Hoy traemos a estas páginas la inminente aprobación del Plan Integral de Residuos de Castilla y León (PIRCYL), en cuya redacción y proceso de tramitación hemos colaborado activamente desde AmbiNor.
El Plan se redacta para una región de 94.000 km2 y más de 2,5 millones de habitantes, y abarca todos los tipos de residuos: tanto los domésticos como industriales; los que tienen normativa específica (residuos de construcción y demolición, aceites usados y otros); y todos los sujetos al “principio de responsabilidad ampliada del productor”: envases, pilas y acumuladores, RAEE, etc.
Se trata de un plan muy ambicioso, con una vigencia indefinida, lo que implica que sus determinaciones han de tener necesariamente un carácter estratégico: una vocación de permanencia a lo largo de un periodo de tiempo muy amplio. Y ha de conjugarse esa necesidad, con la de hacer planteamientos muy concretos para el corto plazo, que permitan cumplir con los numerosos objetivos legales.
La redacción del documento se ha enfrentado a numerosos retos, uno de los más importantes el elaborar un diagnóstico de cada uno de los flujos de residuos, apoyado en datos cuantitativos de cinco años, lo que se ha logrado con la implicación de un equipo de 12 personas durante más de 10 meses, y gracias al imprescindible apoyo de un equipo similar en el seno de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.
Otro de los retos ha sido el de encajar los engranajes del complejo proceso de aprobación de un plan de residuos en Castilla y León, que se sintetiza en la imagen siguiente, y en el que intervienen más de 30 instituciones y organismos diferentes, y participa toda la sociedad a través de las mesas de trabajo que se constituyeron y dinamizaron en diferentes momentos de la tramitación; y del proceso de información pública, en el que se han recibido y analizado más de 2500 alegaciones y contribuciones al PIRCYL.
En este proyecto hemos abordado los problemas que suscitan la aprobación de los planes de residuos en España, y que hemos apuntado en post previos:
– La selección de criterios de ubicación de instalaciones de eliminación de residuos, que fue objeto de un post anterior, por su trascendencia.
En este plan se han incorporado criterios relativos a los siguientes elementos:
Áreas inestables |
Áreas cársticas |
Zonas inundables |
Dominio público hidráulico |
Abastecimiento de aguas |
Zonas húmedas catalogadas |
Patrimonio histórico, artístico y cultural |
Espacios naturales protegidos |
Reservas de la biosfera |
Zonas naturales de esparcimiento |
Especies de fauna y flora protegida |
Catálogo de Especimenes Vegetales de Singular Relevancia de Castilla y León |
Zonas residenciales |
Poblaciones humanas sensibles |
Calidad del aire |
– La integración de la participación ciudadana y, particularmente, de las entidades locales, en la preparación y tramitación del Plan.
Ésta es especialmente sensible, ya que gran parte de las competencias y responsabilidades en materia de residuos recaen sobre los ayuntamientos y diputaciones, y por tanto se debe lograr su alineación con los objetivos del Plan.
Para ello, en los primeros estadíos del desarrollo del Plan, se abordaron una serie de entrevistas con las principales entidades locales de la región, recabando información sobre la situación de los residuos de sus competencias y las necesidades que debían afrontar en esta materia.
Tras disponer de un primer borrador de objetivos y líneas de actuación del PIRCYL, en mayo de 2012, se organizaron mesas de información y participación (incluyendo una de administración local) en las que se debatieron y consensuaron aspectos a incorporar al Plan.
Tras la redacción de una versión preliminar del Plan, éste se sometió a Información Pública, y simultáneamente se celebraron nuevas mesas de trabajo y reuniones sectoriales con los agentes involucrados, de las que se extrajeron aportaciones a considerar en la redacción definitiva del Plan.
Finalmente, como se puede ver en el diagrama de más arriba, las administraciones locales, entre otros muchos agentes, intervienen tanto en el proceso de aprobación del documento del Plan, como en el de aprobación del Decreto, que está actualmente en desarrollo.
– Un último escollo sobre el que hubo de trabajarse intensamente, fue el relativo a los aspectos económicos del Plan, ya que la Ley de Estabilidad Presupuestaria afecta de forma importante al modo en que puede desarrollarse un plan que necesariamente incorpora gastos e inversiones, que habrán de sustentarse sobre los exiguos presupuestos actuales de las administraciones implicadas (además de sobre el esfuerzo del sector privado y de los ciudadanos)
Con todo ello, esperamos que el decreto de aprobación del Plan vea la luz en los próximos meses y, lo que es más importante, ello redunde en mejoras progresivas y palpables sobre la prevención y gestión de los residuos.
AmbiNor