El día 21 de mayo se celebra el día de la Red Natura 2.000, coincidiendo con el aniversario de la aprobación de la Directiva Hábitats, norma europea que constituyó la Red Natura 2000. Esta red ecológica europea persigue el objetivo de garantizar la supervivencia a largo plazo de las especies y hábitats europeos más valiosos y amenazados. En ella se integran Lugares de Interés Comunitario (LIC), Zonas de Especial Conservación (ZEC) y Zonas de Especial Protección para las aves (ZEPA).
Desde el inicio de las campañas de sensibilización del #Natura2000day, en AmbiИor hemos querido aprovechar para difundir los valores de esta red de espacios protegidos, reflexionar sobre la importancia de proteger los espacios que la componen y manifestar nuestro compromiso en seguir trabajando para su conservación.
Desde su puesta en marcha se han declarado en Europa más de 27.000 espacios naturales adscritos a esta red. Nuestro país destaca como el mayor reservorio para la biodiversidad a nivel europeo. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), España cuenta con un total de 1.468 Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y Zonas de Especial Conservación (ZEC), y 658 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). En total, estos espacios abarcan más de 222.000 km2, de los cuales más de 138.000 km2 se sitúan sobre nuestra superficie terrestre. Esto supone que en torno a un 27,35% del territorio nacional, más de una cuarta parte de la superficie, forma parte de la red ecológica. En el conjunto del territorio terrestre y aguas marinas españolas, encontramos hasta 118 tipos de hábitat del Anexo I, 263 especies del Anexo II de la Directiva Hábitats y 125 especies del Anexo I de la Directiva Aves.
Actualmente, en España se está produciendo un auge de la promoción de proyectos de energías renovables como plantas solares fotovoltaicas y parques eólicos. El desarrollo de estas instalaciones conlleva una serie de impactos ambientales asociados, destacando la intensidad en la ocupación del territorio, en el caso de las plantas fotovoltaicas, o el riesgo de causar mortalidad a las especies de fauna voladora, en el caso de los parques eólicos e infraestructuras de evacuación energética. Por lo tanto, se hace necesaria una evaluación de los mismos que permita compatibilizar estos usos con la integridad de los valores naturales del territorio.
De acuerdo a los artículos 35 y 45 de la Ley 21/2013 de Evaluación ambiental (modificados por el artículo único de la Ley 9/2018), cuando resulte preceptivo, entre la documentación a presentar para la tramitación de las Evaluaciones de Impacto Ambiental ordinarias o simplificadas se incluirá un apartado específico para la evaluación de las repercusiones del proyecto sobre espacios Red Natura 2000 teniendo en cuenta los objetivos de conservación de cada lugar, que incluya los referidos impactos, las correspondientes medidas preventivas, correctoras y compensatorias Red Natura 2000 y su seguimiento.
Concretamente, la Ley 21/2013, define los impactos o efectos significativos sobre la Red Natura como los “efectos apreciables que pueden empeorar los parámetros que definen el estado de conservación de los hábitats o especies objeto de conservación en el lugar o, en su caso, las posibilidades de su restablecimiento”.
Para determinar si un Estudio de Impacto Ambiental o un Documento Ambiental deberá incorporar este tipo de informe, se ha de atender no solamente a criterios como el solapamiento geográfico con las acciones y elementos de proyecto, sino que también debe considerarse si podrán producirse otras afecciones indirectas como podrían ser las ocasionadas por el consumo de recursos naturales, vertidos o emisiones. En otros casos será necesario plantearse si existen espacios Red Natura en el entorno del proyecto, desde los cuales pudiese desplazarse fauna objeto de conservación a la zona de actuación y sufrir entonces mortalidad u otro tipo de impactos. Finalmente, se deberá estudiar si la implantación de determinados proyectos podría comprometer la conectividad ecológica, en caso de afectar a los corredores que puede emplear la fauna silvestre para desplazarse entre estos espacios.
En caso de que la respuesta a alguna de estas preguntas sea afirmativa o existan dudas razonables, se debe realizar la evaluación de repercusiones sobre la Red Natura 2000, e incluirla dentro de los documentos de evaluación de impacto ambiental (simplificada u ordinaria) del proyecto. Esta evaluación se ha de realizar en base a criterios técnico-científicos objetivos, debiendo fundamentarse en indicadores y descriptores cuantificables y homogéneos.
Desde el año 2002, AmbiИor presta servicios en el campo de la consultoría ambiental, destacando entre ellos la asistencia técnica en la autorización y tramitación de proyectos e instalaciones, entre los que se incluyen los Estudios de Repercusiones sobre la Red Natura 2000.
El compromiso de AmbiИor para la mejora de la RN2000 se basa en realizar estudios de calidad que permitan compatibilizar el desarrollo económico de estas zonas con la protección ambiental.
Por ello valoramos no solo los efectos directos de proyectos que se implantan dentro de la RN2000 sino de proyectos que pueden afectar de forma indirecta sobre los valores naturales por los que se designan estos espacios.
Una buena valoración de las repercusiones sobre estos espacios debe incluir:
- Datos de la zona de afección (flora, fauna hábitats) basados en estudios específicos bibliográficos y de campo.
- Valoración de impactos sobre los hábitats y sobre las especies por la que se designa ese espacio protegido
- Valoración de la compatibilidad de la actuación con los objetivos fijados por la administración regional en el Plan de Gestión de ese espacio protegido
- Medidas ambientales para prevenir, corregir o compensar los impactos detectados
- Seguimiento de las medidas ambientales indicadas.
Fuentes y enlaces: